Por Jesús Cabaleiro

La exposición ‘En torno a las columnas de Hércules. Las relaciones milenarias entre Marruecos y España’ concluyó el pasado 16 de octubre en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) de Madrid, con cerca de 30.000 visitantes.

La muestra exponía las obras capitales del patrimonio arqueológico de Marruecos, que muy pocas veces habían salido de su territorio.

La exposición recogía un conjunto de 335 piezas, prestadas la mitad de ellas por diferentes instituciones marroquíes pertenecientes a la Fundación Nacional de Museos (FNM) de Marruecos en concreto, de los museos de Tetuán, Rabat y Fez, y la otra mitad al Museo Arqueológico Nacional, así como una pieza estelar procedente de las colecciones del Museo del Prado.

Piezas únicas en algunos casos y en su mayoría de especial relevancia constituyen el grueso de una exposición que nos permitirá conocernos mejor reflejados en la visión especular de un devenir paralelo y a veces común a lo largo del tiempo.

Entre las piezas expuestas destacaban ‘Perro en posición de morder’ procedente del yacimiento de Volubilis, del siglo I-II y procedente del Museo Arqueológico de Rabat; Cofre para Corán de Al-Qarawiyyin (en árabe جامعة القرويين) del siglo XVI procedente del Museo de Fez así como Ataifores y candil del califato Omeya de Córdoba del siglo X y que es un fondo propio del MAN.

El tema central de esta exposición es el reconocimiento mutuo de los lazos de vecindad que unen a Marruecos y España a lo largo de la historia. Más allá de las relaciones entre estados, las relaciones entre países vecinos han sido frecuentemente amistosas, sin negar la existencia de momentos de tensión e incluso enfrentamientos puntuales. Hay que recordar la presencia del Protectorado español en el norte de Marruecos (1912-1956).

Colaboración arqueológica universitaria

El discurso de la exposición, tras una introducción a la geografía y a la evolución cronológica paralela a ambos lados del Estrecho, planteaba reflejar esa evolución temporal de estas relaciones, de naturaleza cambiante con el tiempo, a lo largo de cuatro grandes períodos (desde la Prehistoria a la Edad Moderna), concluyendo en la etapa actual de colaboración científica en el campo de la Arqueología, entre Marruecos y España y que incluye, entre otros, a la Universidad de Cádiz –yacimiento de Tamuda- y de Las Palmas.

El intercambio cultural ha sido siempre fecundo y marca, incluso más que la política, la naturaleza de los contactos entre ambas márgenes del Estrecho de Gibraltar, conocido desde la antigüedad como las Columnas de Hércules, el final del mundo conocido.

Su posición geográfica a caballo entre el Océano Atlántico y el mar Mediterráneo ha marcado la evolución cultural de ambas riberas. Esa doble naturaleza, al límite mismo de los territorios explorados por el hombre hasta los inicios de la Edad Moderna, ha moldeado la personalidad de dos pueblos cuyas relaciones no han dejado nunca de fluir, independientemente de las situaciones en las que se han desarrollado.

Esta exposición profundizaba en esas relaciones a lo largo de milenios de intercambios culturales, establecidos primero sin estructuras políticas de carácter estatal, y después bajo la influencia de poderes externos, como las colonizaciones fenicia y púnica, e incluso bajo la égida imperial de la Roma clásica y la posterior expansión del Islam.

La muestra estuvo organizada por el Ministerio de Cultura y Deporte, Museo Arqueológico Nacional (MAN), Acción Cultural Española (AC/E) y Fundación Nacional de Museos (FNM) de Marruecos.

Además colaboraban la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y Amigos del Museo Arqueológico Nacional (Aman)

Esta muestra adoptada por el MAN está organizada en el marco de la cooperación cultural española, promovida con la Fundación Nacional de Museos de Marruecos, de acuerdo con los convenios firmados en febrero de 2019.