Por Jesús Cabaleiro

El Centro de Instalación Temporal (CIT)  del aeropuerto Francisco Sa Carneiro de Oporto fue el escenario de graves incidentes protagonizados el pasado jueves 14, por parte de los 22 inmigrantes irregulares marroquíes que fueron detenidos el pasado mes de junio en las costas del Algarve.

Todo se inició cuando se les notificó que pasarían un mes más en el centro a expensas de su futura expulsión a Marruecos “pendiente se espera la autorización de las autoridades marroquíes para su ejecución dentro del contexto de la pandemia del Covid-19”.

Los 11 inmigrantes que llevan ya dos meses en Portugal provocaron diferentes destrozos de mesas, sillas y en las paredes, ya que querían el asilo por motivos humanitarios,

La violencia ejercida provocó la intervención policial que llevó a esposarlos. De hecho, llegaron a agredir a otro ciudadano extranjero que se encontraba también en el mismo centro.

Los detenidos serán presentados ante el tribunal acusados de motín, secuestro, daños y coacciones a funcionarios.

El pasado 3 de julio ya tres de ellos escaparon pero fueron capturados a las pocas horas.

Se da la circunstancia que otros 9 inmigrantes que se encuentran en el CIT de Faro no han causado problemas. Los otros dos, del conjunto de 22, son menores y están en Lisboa.

Nueva ruta migratoria Marruecos-sur de Portugal

Desde diciembre de 2019 un total de cinco embarcaciones con un total de 69 personas procedentes de Marruecos llegaron a la costa portuguesa del Algarve.

El último caso fue el pasado 15 de junio un grupo de 22 personas –de ellos dos menores- interceptados en la playa de Vale do Lobo, en Loulé, siendo luego trasladados a Olhao.

Desde entonces están alojados en refugios temporales (ubicados 9 en Faro, 11 en Oporto y los dos menores en Lisboa). El Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) confirmó entonces que los hombres, que acudieron a la corte de Loulé, serían expulsados. Ninguno de ellos había solicitado asilo.

Se trata, según todos los expertos de una nueva ruta de la inmigración irregular entre Marruecos y Europa. El SEF de Portugal también lo ha advertido.

Del mismo modo, el Servicio de Información de Seguridad en su análisis referido a 2019 señalaba: “Portugal es un punto de acceso subsidiario siendo posible un aumento de la inmigración ilegal que tendrá un reflejo directo en nuestro país”.

También en la propia prensa marroquí se han hecho eco de esta nueva ruta migratoria hacia el sur de Portugal.

Las expulsiones de inmigrantes irregulares en Portugal han ido en ascenso en los últimos años y así en 2019 alcanzaron la cifra de casi 20.000.