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Españoles denuncian nuevos destrozos en el cementerio internacional de Tánger

Director  |  11 de septiembre de 2015 (18:43 h.)
Reciente destrozo de tumbas

Españoles con familiares en el cementerio internacional de Tánger han vuelto a denunciar nuevos asaltos a tumbas producidos el pasado día 8 como los que acontecieron el pasado marzo cuando fueron saqueados 35 nichos.


Por Jesús Cabaleiro

Una veintena de tumbas del cementerio internacional de Tánger, conocido como cementerio de Boubana, han sido saqueadas por desconocidos el pasado martes día 8. Se trata de un nuevo episodio tras el ocurrido el pasado mes de marzo con 35 profanaciones y el pasado año cuando 62 tumbas también sufrieron destrozos y saqueos. 

Ha pasado un año y medio y los españoles residentes en Tánger y con familiares en el cementerio denuncian que la situación no ha mejorado a pesar de las promesas realizadas por las autoridades municipales de Tánger, empezando por el entonces alcalde, Fouad El Omari. 

Hay que recordar que tras las recientes elecciones locales del pasado día 4, Fouad El Omari del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) ha perdido la alcaldía y el próximo jueves día 17 habrá un nuevo alcalde de Tánger, perteneciente al Partido Justicia y Desarrollo (PJD), previsiblemente Mohamed Baschir Abdellaoui.

Asimismo estos españoles se han vuelto a quejar al consulado español en la ciudad del Estrecho que preside Arturo Reig para que haga gestiones ante las autoridades locales y apuntan que en esta ocasión los responsables de estos asaltos “podrían ser los mismos guardianes diurnos por la manera de comportarse y las contestaciones sospechosas a sus preguntas”.

Tras la denuncia de marzo se contrataron vigilantes diurnos y nocturnos, del mismo modo se instalaron mayor número de puntos de luz, pero estas medidas eran “provisionales”. 

Pero hubo promesas incumplidas, se anunció que se iba a aumentar el muro circundante y contratar un nuevo encargado, jardineros y vigilancia adecuada. Del mismo modo, se dijo que se iba a informatizar todo el fichero de enterramientos para que fuera más fácil la localización de las tumbas, se iban a tapiar las tumbas pendientes de ello y a limpiar toda la maleza existente, no solo en las calles principales del camposanto pero “nada de esto se ha cumplido”.

Los españoles también se preguntan en qué “quedará todo” tras el cambio en el Ayuntamiento y si se asumirán las demandas planteadas y los anuncios del anterior alcalde o tendrán que empezar de cero con las nuevas autoridades municipales tangerinas.

Los ataques a cementerios son debidos a drogadictos –según las autoridades marroquíes se detuvo a dos jóvenes adictos a las drogas y se investiga a quince más, como supuestos responsables de las múltiples profanaciones habidas- y pequeños delincuentes ya que se “corrió la voz de que se enterraban a los difuntos con todas sus joyas y es lo que buscaban”.  

La gran mayoría de los tangerinos condena estos hechos que observan con gran preocupación. Los consulados de España y Francia en Tánger afirmaron en su día que estarían vigilantes en este tema.

El Ayuntamiento había señalado en marzo que se iban a acondicionar, en un plazo máximo de 18 meses, todos los cementerios de la ciudad. Además se anunció la construcción de uno nuevo, musulmán, en la carretera de las Grutas de Hércules, en Mesnana-Rahrah, donde el 30% quedará reservado para otras confesiones, entre otras la cristiana, toda vez que Boubana está completo y no admite más enterramientos

El cementerio de Boubana, abarca seis hectáreas, fue fundado en 1916, por lo que el próximo año cumplirá su centenario. Este camposanto donde la mayoría de los enterrados es cristiano contiene una mayoría de tumbas de españoles, aunque también se encuentran un buen número de franceses, italianos y otras nacionalidades, allí enterrados, la mayoría en la etapa del Tánger internacional.

Excluyendo el culto musulmán, Tánger tiene un cementerio anglicano, ubicado en la parte antigua de la ciudad, la Medina y dos judíos, uno también cerca de la Medina, en la calle Portugal y otro en la carretera de Rabat.